Me miras y te miro; de ello,
nos miran ellos; porque al mirar de veras nos miran con envidia lo que me miras
por eso no me mires porque al mirarte te admiro al mirarte y si no te miro con
admiración tu mirada quedaría tuerta de mirar. Entonces mírame para mirarte
quedémonos mirándonos, aunque tuertos tuertos nos quedemos de mirarnos
admirándonos en miras de ensueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario